Dentro del neoimpresionismo, destacamos la tendencia puntillista. Dos de los máximos representantes son Seurat y Signac. Ambos ejecutan una serie de cuadros, con el empleo de colores primarios y sus complementarios, aplicados mediante pinceladas puntuales sobre el lienzo. El efecto resultante, es una trama de puntos, que unidos entre sí, permite al espectador apreciar claramente la composición representada.
Una de las obras más conocidas de Seurat es Un domingo por la tarde en la isla de la Grande Jatte, que el autor presentó en la exposición impresionista celebrada en 1886.
El cuadro que se conserva en el Instituto de Arte de Chicago, al margen de las conexiones con la obra del renacentista Piero della Francesca, en cuanto a estudio de las figuras se refiere, cuenta con su propia historia.
Es una mañana cálida de domingo, y nada mejor que un delicioso paseo por el parque. Los señores Garçon, han salido a pasear acompañados de su mono perucho y su perrito fru-fru. El señor Garçon acaba de regresar de un viaje a la India. Fue allí donde compró el mono y se lo trajo a su esposa. Contra todo pronóstico, la señora Garçon está encantada con su nueva mascota, dice "voy a marcar tendencia", "tener un mono en París, hoy día, es lo más de lo más". Antoine, se ha tumbado a la bartola mientras se fuma una pipa y piensa "¡qué bien se está aquí, al fresquito!!!. A su lado Brigitte da los últimos retoques a su costura, "uno del derecho, otro del revés", mientras Alain mira absorto al río, "y mañana es lunes!!!". La señorita Giselle llega acompañada de su hija, la pequeña Doré. Ésta ha aceptado a regañadientes salir de casa. "Mira los patitos, Doré", le dice su madre, pero la niña no está por la labor, hubiera preferido quedarse en casa jugando con sus muñecas. Cerca del río están las hermanas Rosell. La mayor Henar, está concentrada con la caña de pescar, "a ver si tengo suerte". Marie, sentada mira a su hermana con cara de resignación, mientras piensa "no si yo quería pescar, pero no peces, otra cosa". Al fondo, los regatistas y los remeros se afanan en su ejercicio; mientras que el resto de la gente descansa, pasea por el parque y los niños juegan.
Para saber más.
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