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martes, 26 de enero de 2021

LAS CLAVES DE TAMARA DE LEMPICKA

 

En la imagen de la izquierda puedes ver el "Nacimiento de la primavera" de Sandro Botticelli uno de los más destacados pintores del Cuatrocentto italiano. La protagonista de la presente entrada, Tamara de Lempicka, tiene mucho en común con la obra de este pintor. De hecho entre sus referentes se encuentra el Renacimiento en Italia y en especial el gusto por la belleza femenina delicada, inalcanzable y el tratamiento de los pliegues que conforman las vestiduras de los personajes que observamos también en las protagonistas de los cuadros de Lempicka. Pero no solo bebe del pasado, también lo hace de los movimientos de vanguardia y en especial del Cubismo y el Futurismo italiano con los que comparte el interés por la geometría y el efecto de dinamismo que con dicha geometría se alcanza en el movimiento futurista.


En la imagen de la derecha puedes ver "Mujer en azul con guitarra" o "La música" cuadro de 1929 donde encontramos una figura femenina con un vestido vaporoso insinuando sus pechos. 

La figura se convierte en lo más importante de la composición sobre la que incide el punto de luz aunque sin desmerecer el fondo. Dicho fondo reproduce la silueta de una moderna urbe conformada por formas prismáticas donde se juega con la alternancia del los grises y negros provocando efectos de luces y sombras. 

Observa el efecto metalizado de los tonos empleados tanto en el azul del vestido como en los edificios del fondo. En cuanto al rostro la mujer presenta una belleza idealizada que, aunque está peinada siguiendo la moda de la época, parece conectar con el pasado.

A la izquierda puedes ver "Autorretrato en el Bugatti verde"  (1929) En este caso es la propia pintora la protagonista del cuadro. Lempicka aparece conduciendo un Bugatti, uno de los coches más caros de la época, y lo hace con un gorro sobre la cabeza y un pañuelo movido por el viento. Llama la atención la mirada que dirige al espectador entre seductora y retadora reivindicando la independencia femenina.

En cuanto a líneas compositivas destaca la presencia de diagonales marcadas por la carrocería del coche y nuevamente la presencia de tonos metalizados en este caso en la carrocería del automóvil reflejando así el gusto por la velocidad y el progreso.


A la derecha podemos observar "Mujer joven con guantes" (1930) donde son varios los elementos que deben destacarse: en primer lugar la delicadeza de la mujer que aparece representada de ademanes elegantes observados en la posición de las manos; en segundo lugar el vestido ceñido que acentúa la redondez del cuerpo femenino de un modo similar al observado en los cuadros de Botticelli; y en tercer lugar el uso de la luz, los efectos de luces y sombras presentes en el rostro y subrayados por la colocación del sombrero, unos juegos que se repiten tanto en el fondo como en los pliegues del vestido. Sin olvidarnos de la importancia otorgada a la geometría y la solidez del cuerpo femenino.


La mayor parte de los retratos femeninos que pueblan la producción pictórica de este autora en los años 20 pertenecen a su entorno más íntimo, algunas buenas amistades que entabla en la alta sociedad, otras amantes.

A la izquierda podemos ver el "Retrato Madame M" que, como el "Retrato de Madame Allan Bott" o el "Retrato de Madame Boucard" todos ellos realizados entre finales de los años 20 principios de los años 30, representan mujeres sofisticadas y elegantes en su lenguaje corporal y en la indumentaria y complementos que portan.

En este como en los otros dos la mujer ocupa toda la superficie del cuadro observando en el fondo un tratamiento urbano que en el caso del "Retrato de Madame Allan Bott" o en el "Retrato de Madame Boucard" resulta más evidente al encontrarse más detallados los edificios representados.

En los tres se observa el interés por el tratamiento de los pliegues de los vestidos que en la imagen que puedes ver arriba a la izquierda recuerda a una túnica griega. Sin olvidarnos de la presencia de la línea curva que se acentúa en la colocación de los cuerpos. Bajo estas líneas puedes ver el "Retrato de Madame Boucard" a la izquierda, y el "Retrato de Madame Allan Bott" a la derecha:


























Por último indicar que los desnudos femeninos tienen un importante papel en la producción de Tamara de Lempicka. Algunos como "Andrómeda" nos presentan un espacio limitado casi claustrofóbico en el que aparece representada una mujer encadenada. Sus cadenas son una alusión al mito y también a la represión que debe sufrir la mujer en los años 20. En otros casos sus desnudos individuales o colectivos presentan una clara alusión a autores del pasado al recordar las composiciones de Ingres de quien Lempicka se consideraba una clara admiradora. Si bien es cierto que estos cuadros no esconden de ningún modo las orientaciones sexuales de la propia autora.

Grupo de cuatro desnudos 1925








La bella Rafaela 1927



Para saber más:

Tamara de Lempicka. Novela gráfica. Planeta Cómic.
CLADRIGE, L. (1999) Tamara de Lempicka un vida de Decó y decadencia.
Tamara de Lempicka 1898-1990. Taschen


Enlaces de las imágenes utilizadas en la presente entrada:

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