Johannes Vermeer (1632-1675) es un tipo curioso. Su trayectoria profesional y vital se desarrolla en la ciudad de Delft que no abandonará jamás si exceptuamos pequeñas escapadas a localidades cercanas. Una producción corta, apenas 30 obras, debido a que el pintor se tomaba muy en serio la ejecución de sus cuadros. Y un entorno familiar católico, religión a la que Vermeer accede por matrimonio, en una ciudad en la que se manifiesta un equilibrio cordial entre calvinistas y católicos.
Lo más llamativo de la producción de Vermeer reside en sus estampas costumbristas. Interiores que muestran al espectador retazos de la vida cotidiana holandesa del siglo XVII. En la presente entrada vamos a repasar algunas de estas escenas. Se indica al lector que las imágenes escogidas me han servido para contar una historia imaginaria, no se han utilizado para realizar un sesudo análisis de las mismas.
Bridgitte ha estado toda la semana esperando la carta. Nada más llegar, ha subido corriendo las escaleras y se ha encerrado en su cuarto. Una vez dentro, Bridgitte se acerca a la ventana para tener mejor luz. De pie, la joven lee con avidez las buenas noticias, su chico Johannes vuelve a casa tras dos años de ausencia.
En cuanto se supo que Johannes volvía, la noticia corrió como la pólvora y los preparativos se pusieron en marcha. Aquí tenemos a Gertrudis, la nueva criada, sacando lustre y esplendor a la vidriera. Ella también está emocionada de la vuelta de Johannes. No le conoce pero le han dicho que es muy guapo.
Mientras las criadas arreglan la casa, aquí tenemos a Bridgitte escogiendo el accesorio adecuado para su atuendo. Parece que va a decidirse por el collar de perlas. Es una pieza muy especial que Johannes le regaló antes de marcharse. Mientras se lo prueba Bridgitte no puede evitar echar una mirada a la habitación y pensar: "A ver si Gertrudis termina con las ventanas y arregla esta mesa que está hecha una leonera".
Úrsula, la cocinera, también ha querido contribuir. Se afana en la cocina para preparar un rico pastel en honor a Johannes. Aquí tenemos a Úrsula muy concentrada calculando las medidas exactas.
Un contratiempo ha ocurrido mientras Bridgitte se arreglaba. Al parecer uno de sus pendientes de perlas ha desaparecido. La pobre Bridgitte se ha vuelto loca buscando el pendiente. Y al final resulta que Gertrudis lo había cogido para probárselo. He aquí la instantánea que muestra el delito. ¡Hay que ver cómo está el servicio!
Todo está preparado en la casa y el invitado sin llegar. Un mensajero ha traído una carta comunicando que Johannes se va a retrasar. Bridgitte está muy nerviosa. "Mira que si al final decide no venir" Así que para aplacar sus nervios la joven ha decidido ponerse a tocar la espineta.
Los ecos de la espineta resuenan en todo el vecindario. Algunas criadas han decidido que no lo soportan más y que prefieren adelantar el trabajo de la semana. "¡Johannes ven pronto!"
Justo cuando Bridgitte iba a entonar el segundo bis, Johannes hace su entrada triunfal. Un grito de júbilo resuena en la casa. Y aquí tenemos a los tortolitos sentados a la mesa junto a la ventana. Bridgitte está loca de contenta mientras le cuenta a Johannes sus planes de futuro. Sin embargo, el muchacho no comparte el entusiasmo de la joven. Dos años es mucho tiempo y algunas cosas han cambiado "A ver cómo le digo yo que me he casado. Sospecho que no se lo va a tomar nada bien". Pero esa Johannes es otra historia...
Imágenes tomadas de Wikipedia.
Referencia de los cuadros utilizados por orden de aparición en el texto:
-Lectora en la ventana. 1659. Staatliche Gemäldegalerie, Dresde.
-Mujer con jarra. 1662. Metropolitan Museum. Nueva York.
-El collar de perlas. 1662-1665. Rijksmuseum, Amsterdam.
-La lechera. 1660-1661. Rijksmuseum, Amsterdam.
-La joven de la perla. 1665. Mauritshuis, La Haya.
-Dama sentada al virginal. 1674-1675. National Gallery, Londres.
-La callejuela. 1661. Rijksmuseum, Amsterdam.
-Soldado y joven sonriendo. 1658. Frick Collection, Nueva York.
Para saber más.
BOZAL, V. Johannes Vermeer. Colección El arte y sus creadores. Historia 16.
CHEVALIER, T. La joven de la perla. Alfaguara, 2003.
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