En la presente entrada vamos a analizar Niña con globo rojo de Banksy que puedes ver en la imagen de la izquierda.
Se trata de una obra pictórica, pintura mural, un grafitti realizada con stencil y spray. Street art. Siglo XXI primera mitad.
Nos centramos en el contexto. La obra original está fechada en torno al 2002, comienzo del siglo XXI. Una centuria que viene marcada por el atentado del 11-S en Nueva York. Un hecho que origina un auténtico maremoto en las relaciones internacionales siendo diversos los conflictos políticos que se han venido sucediendo desde entonces. Conflictos que han venido de la mano de sucesivas crisis económicas y una sanitaria marcada por la pandemia de la Covid-19 en marzo de 2020. Un panorama político y económico inestable que se traducen en lo social en una importante incertidumbre de cara al futuro y en el que las acciones humanas condicionan positiva o negativamente el mismo.
Como hemos indicado la obra original fue creada en una pared de la ciudad de Londres. Se empleó la técnica del stencil consistente en utilizar una plantilla que se fija al muro la cual se marca con spray para conseguir el dibujo que vemos en la imagen. Esta técnica constituye la base del trabajo de buena parte de los grafiteros que se ven obligados a trabajar deprisa debido al carácter clandestino que tiene su arte. Desde el punto de vista del tema nos encontramos la representación de una niña, realizada en blanco y negro, cuyo borde del vestido y cabello es movido por el viento; un viento que mueve, alejando del alcance de la niña, un globo con forma de corazón en vibrante color rojo. En la imagen observamos uno de los sellos de identidad de su autor Banksy el color rojo que en este caso se asocia a los elementos simbólicos de la libertad y la inocencia infantil; aspectos éstos fugaces que se pierden cuando se produce el tránsito de la infancia a la edad adulta. Si bien, en este caso, la obra no tiene un significado único, al contrario, está abierto y se enriquece con las interpretaciones que el espectador pueda darle. Ese globo rojo puede simbolizar también la necesidad que tiene la humanidad a aferrarse algo solido que le permita navegar y sobrevivir en el mar de incertidumbres diarias que conforman nuestra vida actual. Aspecto este que tiene fuerza si leemos la inscripción que acompaña la imagen "ther is always hope" y que, con toda probabilidad no lleve la mano de su autor.
En el año 2018 la célebre obra de Banksy se convierte en un hito internacional cuando una casa de subastas decide sacar a subasta un grabado de la Niña con globo rojo. El grabado se presenta dentro de un marco victoriano y cuando el director de la subasta golpea con su mazo en la mesa adjudicando así la venta tiene lugar un hecho insólito. La obra de Banksy comienza a deslizarse hacia la zona inferior del marco autodestruyéndose. La imagen se hace viral saliendo tanto en los medios de comunicación convencionales como a través de Internet. Banksy tenía guardada una sorpresa al comprador de su obra. Una pequeña trituradora escondida en el marco se activa justo en el momento en el que se cierra la venta. Se origina la destrucción de la obra que, por un fallo del mecanismo, no es total sino parcial. De seguro que la cara del comprador y de los asistentes a la subasta no tuvo precio. Eso sí, Banksy se salió con la suya al subrayar con dicha acción el significado fugaz que sobrevuela la obra y una denuncia ante los medios de comunicación de la banalidad del arte en la sociedad actual y cómo este es visto como un mero negocio objeto de especulación. Un aspecto, por otra parte, nada nuevo pues esta misma idea, aunque sin destrucción de por medio, ya la había planteado Marcel Duchamp con su Fuente en 1917.
Cerramos el análisis haciendo referencia al grafitti englobado dentro del Street Art que surge en la década de los setenta del siglo XX concebido como un arte marginal y clandestino de fuerte denuncia social. En los años 80 además, en Estados Unidos, el grafitti se asocia con una manera de vestir e incluso un tipo de música (hip-hop, rap) y un baile (breakdance) como forma de expresión callejera contraria a lo establecido. Actualmente este tipo de manifestaciones artísticas han encontrado su hueco fuera de la clandestinidad, rehabilitando espacios urbanos e incluso poniendo en el mapa entornos rurales donde las fachadas de sus casas se convierten en espacios de arte vivos en continua metamorfosis.
Para saber más:
BIBLIOGRAFÍA.
GOMPERTZ, W. (2013) ¿Qué estás mirando? 150 años de arte moderno en un abrir y cerrar de ojos. Taurus
Enlaces de las imágenes utilizadas en la presente entrada:
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