La imagen que puedes ver a la izquierda es el Ecce Homo realizado por Gregorio Fernández entre los años 1611 y 1615 y que se conserva en la Sala Capitular de la Catedral
de Valladolid. Se trata de una escultura exenta o de bulto redondo realizada en madera mediante la técnica de talla directa y de iconografía religiosa.
Nos encontramos ante una representación de Cristo de cuerpo entero cubierto con el perizonium o paño de pureza. La figura cruza los brazos sobre el pecho y en su espalda se pueden observar las huellas de la fragelación. La figura rompe la frontalidad al girar la cabeza, una cabeza donde encontramos un rasgo distintivo de los cristos de Gregorio Fernández visible en el cabello que cae sobre los hombros y la barba partida en dos con la que cubre el rostro. Los ojos están confeccionados en vidrio. La talla es igualmente notable por el exhaustivo estudio anatómico observado en el torso fruto de la estancia en Italia de Fernández donde estudia la estatuaria del periodo grecolatino así como la escultura de los autores del Renacimiento italiano entre los que podemos mencionar a Miguel Ángel.
A la derecha puedes ver una imagen de cuerpo entero de esta obra. Observa cómo la influencia de la escultura de la antigüedad clásica se hace notable en las extremidades inferiores de la pieza donde es posible encontrar un contraposto. El apoyo de la figura lo encontramos en la pierna de derecha completamente recta mientras que la pierna izquierda aparece ligeramente separada y con la rodilla flexionada. Este movimiento se observa en la colocación de las caderas consiguiendo así que la parte superior del cuerpo no esté completamente recto sino que se marque una ligera curva. Indicar además, que el vidrio de los ojos no es el único elemento no escultórico pues el paño de pureza, anudado en la cadera derecha como es habitual en los Cristos de Fernández, es también una pieza añadida.
Otro elemento que podemos destacar de la pieza reside en la colocación de los brazos cruzados, la elegante disposición de las manos con una notable carga expresiva, aspecto éste que se observa también en el rostro con el que parece querer transmitir el perdón latente hacia sus verdugos.
Por último, rematamos el análisis comentario con un par de pinceladas del contexto. La imagen propuesta para comentar pertenece al siglo XVII dentro de la corriente artística del Barroco. Este periodo se caracteriza en lo político por la presencia del absolutismo en la monarquía. Destacamos en este caso la figura de Luis XIV en Francia mientras que los monarcas españoles, los Austrias menores, se encuentran bajo la influencia de sus validos. En el plano económico es un periodo complejo con sucesivas crisis que tienen una gran impacto en nuestro país; sin embargo, y pese a todo, es un periodo de gran creatividad a todos los niveles siendo conocido con el sobrenombre del Siglo de Oro español. Por último, con respecto al arte Barroco se caracteriza por el interés en los sentimientos, una puesta en escena teatral y el interés por lograr atmósferas en el plano pictórico mediante el uso de las luces y las sombras.
Para saber más:
V.
V. A. A. (1994) Historia Universal del Arte. Barroco y Rococó. Planeta.
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