En esta entrada vamos a realizar un análisis comentario de la Escuela de Atenas obra que puedes ver a la izquierda.
Comenzamos por la identificación, se trata de una obra pictórica, pintura mural, perteneciente a la Edad Moderna y al estilo renacentista italiano. Es la Escuela de Atenas realizado por Rafael Sanzio en las estancias vaticanas.
Ahora nos centramos en el análisis, si bien, vamos a comenzar marcando el contexto. Como hemos indicado es una obra perteneciente al Renacimiento corriente artística que aparece en Italia en el siglo XV. La península italiana estaba organizada en ciudades estado, Florencia, Roma, Milán, Venecia etc, cada una de ellas con su propio gobierno dirigido por una familia de gran poder capaces de desenvolverse con soltura tanto en los asuntos políticos como militares como financieros el mejor ejemplo lo encontramos en la familia Médici por ejemplo. Pero estas personas, además, entienden de arte y comienzan a proteger y formar a artistas, es decir, hablamos de mecenazgo o mecenas.
Otro aspecto a tener en cuenta es la importancia que se otorga al hombre. Hablamos de antropocentrismo y de humanismo el hombre es el centro de todo desplazando al teocentrismo dios como centro durante el periodo medieval. A su vez el término Renacimiento significa renacer y eso es precisamente lo que se hace a todos los niveles, se retoma la herencia grecorromana en arquitectura, escultura, pintura, literatura y filosofía. La Edad Moderna es el periodo de los descubrimientos científicos, del uso de la imprenta, empezar a utilizar las lenguas vernáculas para desplazar el latín como lengua dominante y la época de los descubrimientos geográficos véase la llegada al continente americano.
En el plano artístico, el Renacimiento supone el reconocimiento del artista, es decir, los autores de las obras (arquitectura, escultura o pintura) empiezan a ser reconocidos, algunos de ellos como el caso de Miguel Ángel las firma, lo que supone un avance importante abandonando la mera condición de artesanos que tenían durante la Edad Media.
Una vez contextualizada la obra nos centramos en el análisis. En primer lugar debemos destacar el tema la iconografía es profana porque lo que Rafael nos propone es una serie de retratos de filósofos, pensadores y matemáticos de la antigüedad. Destacan, entre otros, el retrato de Hipatia y los retratos de Miguel Ángel y Leonardo da Vinci. También podemos encontrar el autorretrato del propio Rafael que aparece representado en el margen de la derecha como en un segundo plano.
Con respecto a la técnica hemos indicado en la identificación que es una pintura mural que utiliza el muro como soporte y la técnica empleada es al fresco que implica preparar lo que se va a pintar, es decir, que la superficie a pintar esté húmeda para pintar de manera rápida.
Ahora nos centramos en la sensación de espacio. Estamos ante una obra del Renacimiento, de manera, que Rafael ha utilizado la perspectiva artificialis, es decir, existe una línea de horizonte que recorre a los personajes que están en lo alto de la escalera y un punto de fuga que coincide con las cabezas de los personajes que aparecen en el centro, Platón y Aristóteles. Observa, además, que el espacio se abre tras estos dos personajes. Vemos una estructura arquitectónica como una especie de arco de triunfo subrayando de esta manera la sensación espacial.
En la imagen que aparece a continuación puedes ver un detalle de las estructuras arquitectónicas que aparece al fondo de la composición.
Indicar, además, que existen tres planos compositivos. El primer plano que está formado por los grupos de figuras que están más cerca del campo de visión del espectador; un plano intermedio que está marcado por los dos personajes que están colocados en la escalera, uno de ellos tumbado (Diógenes) y el otro subiendo; y un tercer plano que está formado por los personajes que están colocados en lo alto de la escalera. Observa también que la geometría lo inunda todo pues los personajes aparecen agrupados y se pueden encerrar en triángulos lo mismo que las dos figuras centrales. Además, cualquier línea que tracemos y que recorra la composición desemboca en el punto de fuga.
Con respecto a la gama cromática está equilibrada date cuenta que en todas las figuras se observa combinación de tonos cálidos y fríos por igual. El color es utilizado por Rafael para dar sensación de volumen a las figuras y otro tanto sucede con la luz y la sombra. Una de las cosas que llama la atención de la obra es la abundante luz que inunda toda la composición muy clara y brillante mientras que las sombras están localizadas, especialmente, en los pliegues de las indumentarias y en algunos rostros.
Por último, nos centramos en los personajes, todos ellos se relacionan entre sí a través de las miradas y los gestos. Sin olvidarnos del hecho de que algunos de ellos miran directamente al espectador para hacerle partícipe de lo que está teniendo lugar en la escena. Y a destacar el ritmo compositivo que recorre a cada uno de los personajes.
Para saber algo más:
Enlaces de las imágenes utilizadas en la presente entrada:
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