En la imagen de la izquierda puedes ver la Montaña de Saint Victoire o Montaña de Santa Victoria, un óleo sobre lienzo realizado por Paul Cezanne en el año 1905.
A Paul Cezanne se le vincula con el movimiento impresionista con los que mantiene amistad especialmente con Camille Pissarro del que aprende e intenta parecerse en algunos de los cuadros en los que Cezanne trabaja a mediados de la década de los setenta.
Descontento del rumbo que adquiere su pintura, Paul Cezanne decide romper con todo y con todos y aislarse en su estudio con la esperanza de estudiar y trabajar en un estilo propio. Dicho estilo se materializa con el empleo de figuras geométricas básicas como el cono, el cilindro y la esfera, con las que construir el espacio pictórico. Con dichas figuras Cezanne compone toda su producción en las últimas décadas del siglo XIX que gira en torno a tres temas esenciales: la figura humana, el bodegón y el paisaje.
La imagen que nos ocupa pertenece al género paisajistico. Se trata de una elevación montañosa que se encontraba muy próxima a su residencia y que podía ver desde la ventana de su habitación. De la Montaña de Santa Victoria realizó diversas interpretaciones, todas ellas con un nexo en común: el empleo de una pincelada que sigue los dictados de su estilo formando pequeños cubos extendidos por el lienzo.
Esa pincelada trabajada en forma de cubos le permite a Cezanne construir no solo el perfil de la montaña, que aparece al fondo; sino también del paisaje que se encuentra a sus pies. Con esto consigue construir la sensación de espacio que se subraya, además, por el uso que hace del color con el empleo de una gama contrastada combinando los tonos fríos que aparecen al fondo con puntos más cálidos que se encuentran repartidos por todo el paisaje.
Este aspecto como de cubos nos puede hacer pensar que todo se confunde a simple vista. Sin embargo nada más lejos de la realidad, unas sutiles líneas diagonales marcan cierto ritmo compositivo y nos ayudan al mismo tiempo a establecer los límites de cada uno de los motivos que han sido representados.
En el caso de las influencias, Paul Cezanne conecta con los impresionistas por el empleo de una pincelada rápida y ligera; al tiempo que tiende un puente hacia la corriente cubista que comenzará su andadura en 1907; una vanguardia que tomará como referencia la pincelada cúbica de Cezanne.
En cuanto al contexto, ya hemos marcado alguna pincelada del autor y de los movimientos a los que pertenece al comienzo del presente análisis. Podemos añadir que, pese a su conexión con los impresionistas, a Cezanne se le engloba dentro de la corriente postimpresionistas por sus obras de madurez realizadas en las dos últimas décadas del siglo XIX. Un periodo donde las corrientes nacionalistas y las políticas imperialistas prepararán el terreno para un curioso juego de alianzas que se pondrá en marcha en Europa en los primeros compases del siglo XX. Mientras que en el ámbito de las artes plásticas los artistas y movimientos que se suceden a finales del periodo decimonónico no harán sino preparar el camino para el cataclismo definitivo que se vivirá con la irrupción de los primeros ismos en los primeros años de la nueva centuria.
A continuación os dejo un breve vídeo donde se pueden ver otras reinterpretaciones realizadas por Paul Cezanne del mismo tema:
Enlace de la imagen utilizada en la presente entrada:
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