EXPLICA LAS CLAVES DEL ÉXITO INTERNACIONAL DEL FLAMENCO
El objetivo de la presente entrada es realizar una aproximación a aquellos aspectos esenciales que nos permitan acercarnos al Flamenco poniendo en valor tanto a sus pioneros como al legado que queda de ellos entre los representantes más jóvenes que se encuentran en activo en el siglo XXI.
Dejando de lado las raíces históricas, nos vamos a centrar en el siglo XX, siendo nuestra primera parada los miembros de la Generación del 27. Dicha generación engloba a un grupo de literatos, artistas y pensadores entre los que se pueden mencionar a Luis Buñuel, Rafael Alberti, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Salvador Dalí, Rosa Chacel, Remedios Varo, Maruja Mallo, María Zambrano, Ángeles Santos entre otros muchos, que nutren con sus obras y textos la escena creativa y literaria española de los últimos veinte y primeros treinta del siglo XX.
Dentro de la Generación del 27 se pueden mencionar a un grupo de músicos españoles como Manuel de Falla y Joaquín Rodrigo quienes incorporan el folklore español a sus composiciones musicales, como es el caso de El amor brujo de Falla y El concierto de Aranjuez del maestro Rodrigo.
Si hablamos de pioneros, dentro del baile flamenco, debemos mencionar a Carmen Amaya considerada la primera bailarina española en internacionalizar el flamenco en una carrera que se desarrolla desde los años 30 hasta la década de los 60 y que le llevó a viajar por diferentes lugares del mundo, entre ellos, Estados Unidos, donde fue admirada por cineastas del calibre de Orson Welles.
Con posterioridad a Carmen Amaya, dentro del baile flamenco, podemos citar a Antonio Gades quien se encuentra en activo a partir de los años 60, simultaneando sus espectáculos con incursiones en el cine de la mano de directores tan destacados como Carlos Saura. Tanto en sus montajes como en sus incursiones en el cine, Antonio Gades solía acompañarse de la bailarina Cristina Hoyos. Tras ellos y ya en las últimas décadas del siglo XX, el baile flamenco se nutre de otras figuras como Antonio Gades, Joaquín Cortés o Sara Baras.
Dejando de lado el baile, el cante flamenco vive su periodo de esplendor a partir de los años 30 continuando en las décadas siguientes. En ese periodo es cuando nos encontramos figuras tan relevantes como La niña de los peines, Antonio Mairena, La niña de la puebla, Rafael Farina, Juanito Valderrama entre otros, todos ellos acompañados en el escenario por un guitarrista. Dentro de este grupo inicial debe mencionarse a Antonio Molina cuyo éxito le permitió incursionar en alguna que otra película; y Manolo Caracol figura destacada del canto flamenco con quien arranca su carrera musical Lola Flores. Apodada la Faraona se la puede considerar una todoterreno y pionera en fusionar el flamenco con otros géneros algo que también harían otras figuras como Dolores Vargas "la terremoto" y El príncipe gitano.
En los años 60 el flamenco vive una destacada revolución de la mano de José Menese, Enrique Morente, Lole y Manuel, Peret, quien junto a Antonio Flores "El Pescailla" pueden considerarse los padres de la rumba catalana, sin olvidarnos de un joven guitarrista que comienza su andadura también en los 60 llamado Paco de Lucía.
Conviene recordar que, junto a Paco de Lucía, otro guitarrista excepcional fue Manolo Sanlúcar, fallecido en 2022 y del que debemos destacar su aportación al género flamenco. Merece la pena destacar su duelo o mano a mano con Paco de Lucía. Se trata de una figura quizá no tan mediática pero igual de importante y que debe tenerse en cuenta como un referente.
Entre los setenta y gran parte de los años 80 la figura que adquiere una gran relevancia en el flamenco es José Monge Cruz, más conocido como Camarón de la Isla. Teniendo como colaboradores y compañeros en el escenario a los guitarristas Paco de Lucía y Tomatito, Camarón de la Isla publica a finales de los 70 La leyenda del tiempo, un disco con el que se tambalean los cimientos del flamenco más ortodoxo pero que supone abrir caminos y tender puentes a las nuevas generaciones que estaban por llegar.
El camino abierto por Camarón de la Isla es aprovechado por otros grupos que acercan el flamenco a un ritmo más cercano al Pop como Las Grecas, Los Chunguitos o Los Chichos. En la década de los 80 aparecen en escena los hijos de Lola Flores, Antonio, Lolita y Rosario, las dos últimas continuando con su carrera en los noventa y principios del siglo XXI. Ellos comparten escenario con el grupo Ketama pertenecientes a la saga de los Habichuela y pioneros de lo que se ha dado en llamar el flamenco fusión.
Las últimas décadas del siglo XX nos encontramos con representantes del cante flamenco que se mueven a medio camino entre la tradición y el interés por explorar nuevos sonidos. Es el caso de figuras como José Mercé, Estrella Morente, Niña Pastori y Miguel Poveda. Sin olvidarnos del guitarrista Vicente Amigo. A esos nombres podemos añadir otros como el Arrebato, El Barrio, o Camela estos últimos inauguran lo que puede llamarse Tecno-rumba.
Cerramos este pequeño acercamiento con la referencia al siglo XXI. En los últimos años el flamenco parece haber encontrado su hueco entre las nuevas generaciones. Ello es debido a la presencia de una nueva generación de cantantes que se nutren de las raíces para hacerlas propias buscando así nuevos ritmos y melodías. Estopa, formado por los hermanos Muñoz, fueron los iniciadores de una nueva corriente que continúa actualmente con nombres como Rosalía, La Húngara, El niño de Elche, India Martínez, C. Tangana, María José Llergo o María Peláe entre otros.
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