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jueves, 17 de febrero de 2022

PEDRO BARROCAL. LA CONDICIÓN HUMANA

En la presente entrada, reproduzco casi en su totalidad, el texto que escribí en el catálogo de la última exposición del pintor palentino Pedro Barrocal. Una colectiva que puede verse en la Künster aus dem Kreis de Gütersloh desde el 6 de febrero hasta el 6 de marzo de 2022. Las fotografías que aparecen en el texto han sido utilizadas con el permiso de su autor.

Omnia tempus habent, “todo tiene su tiempo”, un motete del compositor Rolando di Laso parece haber sido la fuente de inspiración principal para un conjunto de piezas que, como suele ser habitual en el autor palentino, sigue contando con la figura humana como epicentro. En esta selección de obras volvemos a encontrarnos a seres anónimos, de diferentes edades y condiciones, presentados en sencillos escenarios con un tratamiento de la imagen que oscila a medio camino entre las corrientes hiperrealista y surrealista.

Tragbare Reflexion I

La mirada al pasado, que tanto está presente en la trayectoria de Pedro Barrocal, la encontramos aquí en algunas de sus obras. Dos mujeres aparecen sentadas con sus cabezas enmarcadas por una superficie circular que nos retrotrae a las impresionantes gorgueras de la Edad Moderna. Aquellos accesorios que hombres y mujeres llevaban por igual y que, con el paso del tiempo, iban aumentando de tamaño hasta el punto de transmitir la impresión de que la cabeza era servida en bandeja.


Tragbare Reflexon II

Esa reminiscencia está presente si bien Barrocal lleva el juego todavía más lejos al servirse de la textura de espejo que su “gorguera” presenta y que permite reflejar el rostro de la persona que enmarca. Un rostro entre sereno y reflexivo que, no obstante, ofrece un reflejo un tanto deformado posible trasunto de la capacidad de cambio y adaptación que presenta la sociedad en nuestros días. 



Inmersion I


El juego con los reflejos, visible en las dos piezas arriba mencionadas, se repiten en otras dos obras donde los protagonistas, masculinos en este caso, se encuentran sumergidos en el agua permitiendo que el líquido elemento deforme u oculte sus rasgos.

Inmersion II















Provisorium

La conexión con el arte del pasado se observa también en otra de las piezas del autor. Una representación de un hombre tumbado sobre un lienzo blanco dispuesto sobre caballetes, con el cuerpo desnudo solo cubriendo la zona inferior. El lenguaje corporal del hombre, recostado boca arriba, presenta una cierta reminiscencia a los cristos yacentes del Barroco, si bien el concepto aquí se encuentra desacralizado. No obstante, la referencia al estilo Barroco se observa también en el tratamiento otorgado al lienzo que recuerda los pliegues observados en obras de autores como Zurbarán, junto con el uso de la luz y la sombra que refuerzan una puesta en escena intimista.


Manifestationen

El tono íntimo aparece igualmente en un improvisado tríptico donde encontramos a una joven, con una clara conexión a George de la Tour, quien sostiene en su mano derecha una lengua de fuego, intenta recoger agua con ambas manos y sustenta con su mano izquierda unas cintas como movidas por una suave brisa. Con esta representación Pedro juega con tres de los cuatro elementos convirtiendo a la joven en una especie de moderna sacerdotisa que custodia de manera amorosa tan preciados dones. 

Beatmung I

Transmite así la sensación de volver a nuestros orígenes y conectar con la naturaleza, idea que se observa también en otras dos obras donde encontramos una curiosa simbiosis de hombre-naturaleza que parecen “parir” ramas en un deseo de volver a algo primigenio o de reconexión con lo natural que se revela como algo necesario después de la larga travesía en el desierto que ha supuesto el último año y medio para el ser humano.

Beatmung II


Undelimitable

Otras obras de Pedro Barrocal reflexionan acerca de la conexión y comunicación del ser humano o la falta de ella. Una serie de cinco lienzos, dispuestos como si de un políptico se tratase, nos muestran a cinco individuos con el torso desnudo unidos entre sí a través de unas cintas a modo de cordón umbilical. Una reflexión acerca de la necesidad de estar conectados por unos lazos más afectivos que no sean los que dictan los social media del siglo XXI; si bien da la impresión al observar con detenimiento cada uno de estos personajes que algunos de ellos pretenden interrumpir la conexión que les une. 


Innere Prozession

En otros casos Pedro reflexiona sobre la soledad al mostrarnos a un hombre enfrentado a una silla vacía sentimiento que igualmente encontramos en el improvisado rey coronado que parece reflexionar sobre su destino. A veces es la necesidad de gritar y al mismo tiempo la imposibilidad de hacerlo que observamos en una serie de tres lienzos donde un hombre realiza diferentes gestos con la mano. Una imagen muy potente que dice mucho de la situación en la que vivimos actualmente donde las convenciones de lo políticamente correcto se convierten en la mordaza visible que nos impide expresarnos con claridad.


Die Stille der Nacht reicht nicht




Anticipation














Para el final y como cierre de mi reflexión he reservado el que, bajo mi punto de vista, es sin duda uno de los cuadros que más me han llamado la atención de todos los que me ha propuesto Pedro Barrocal. Se trata de una obra compuesta por seis cuadros de pequeño formato donde lo más interesante se observa en la puesta en escena. Llama la atención la manera en que aparece representado el personaje protagonista, utilizando un tratamiento parecido al picado cinematográfico que lo acerca también a algunas creaciones del británico Lucian Freud.

Grenzbereich


Esta inusual puesta en escena nos permite recrearnos en la figura representada que mira hacia arriba donde podemos observar un juego de espejos. Resulta curioso los efectos conseguidos pues el protagonista de estos cuadros  parece establecer un diálogo consigo mismo, como una especie de alter ego o extraño con el que establecer un pulso para intentar determinar cuál de los dos puede salir victorioso de dicho enfrentamiento.

Una obra, en definitiva, la de Pedro Barrocal que nos propone un fascinante recorrido por los recovecos del ser humano; invitándonos a reflexionar con detenimiento acerca de nuestros miedos y frustraciones, sacando a la luz nuestras complejidades como seres humanos pero también con cierto halo de esperanza porque todo tiene su tiempo y su lugar y es necesario sacar una lectura positiva de todo lo que estamos viviendo como la mejor herramienta posible con la que poder seguir adelante.











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