Translate

lunes, 25 de mayo de 2020

TORRE EIFFEL

En la imagen podemos ver una obra arquitectónica civil, perteneciente a los últimos años del siglo XIX. Se trata de la Torre Eiffel construida por Gustave Eiffel en el año 1889. La obra se enmarca dentro de la nueva arquitectura que surge en el siglo XIX al calor de la Revolución Industrial.

Hemos indicado que es un edificio civil, aunque lo correcto sería incidir en su carácter conmemorativo, pues la Torre Eiffel se convierte en la construcción estrella de la Exposición Universal de París del año 1889.

Las exposiciones universales constituyen un nuevo fenómeno que aparece en el siglo XIX. La exposición de Londres celebrada en 1851 constituye la primera de una serie de eventos internacionales que se van a celebrar en determinados puntos de Europa y América a lo largo del periodo decimonónico. El objetivo de estas muestras era mostrar a la sociedad del momento los avances en diferentes campos. Para exhibirlos se construían pabellones concebidos como auténticas arquitecturas efímeras que, una vez finalizada la muestra eran desmontadas. También podían construirse edificios de carácter conmemorativo. En el caso de la Exposición Universal de París, el objetivo era conmemorar el centenario de la Revolución Francesa.

En relación a los materiales, se debe indicar que el material que se empleó para la construcción de esta torre fue hierro si bien en origen Eiffel tenía previsto el haber utilizado acero. Todo el monumento está pintado con una pintura especial para evitar la oxidación uno de los problemas esenciales del hierro. La labores de pintura se hacen anualmente y constituye una de las principales ocupaciones en la conservación del edificio.

Los elementos constructivos están a la vista porque todo el edificio está concebido como un esqueleto, son vigas de hierro que se entrecruzan y se une por remaches de hierro. Esta estructura consigue crear una red de hierro que canaliza las fuerzas de empuje hacia el suelo donde encontramos cuatro tirantes unidos por amplios arcos que ornamentan la base. La función de los tirantes y arcos es también la de anclar la estructura al suelo. Cabe indicar además que Eiffel excavó un foso subterráneo para conseguir mayor solidez en la estructura.

Otro dato interesante reside en la decoración que es visible en el remate de la base y el remate del primer cuerpo; aunque podemos decir que la ornamentación se encuentra repartida por toda la estructura.


En cuanto a aspectos compositivos podemos indicar que la línea predominante en todo el conjunto es la vertical que cruza el monumento dividiéndolo en dos partes simétricas. Al mismo tiempo la torre adopta una forma piramidal en toda su estructura siendo el vértice de dicho triángulo la antena que aparece colocado en lo alto.

La torre se encuentra dividida en varios pisos o niveles. El primer nivel se observa desde la base hasta el remate situado a 75 metros del suelo. El segundo nivel aparece en la zona central del edificio y está situado a 115 metros del suelo. Por último, el tercer nivel es el más alargado y se estrecha en altura, se encuentra a 276 metros del suelo y termina en la antena situada en la zona superior.

En el interior la torre presenta varias tiendas de souvenirs y un restaurante. La circulación en el interior se realiza mediante escaleras solo hasta el segundo nivel y ascensores en la zona superior.

En cuanto al contexto, ya hemos indicado al principio del comentario que la obra se sitúa en el siglo XIX una época que viene motivada por la Revolución Industrial, consolidación de la primera que había surgido a finales del siglo XVIII, y advenimiento de la segunda en 1850. Es el periodo decimonónico una época de crecimiento demográfico y crecimiento de las ciudades que sufren una notable transformación para adaptarse a los nuevos tiempos. En dichas transformaciones adquiere una gran relevancia la presencia de nuevos materiales como el hierro, el vidrio y el acero con los que se pueden construir nuevos edificios en muy poco tiempo.

El éxito obtenido con las Exposiciones Universales y el tipo de edificios construidos en ella supone una notable influencia en la construcción de nuevos edificios para las modernas ciudades. Aparecen por tanto nuevas figuras como los ingenieros que defienden esta nueva arquitectura y se oponen a los arquitectos que defienden la arquitectura convencional.

Uno de estos ingenieros es Gustave Eiffel quien se gana la vida como constructor de puentes de hierro para diferentes zonas de Francia y Europa. El conocimiento de este nuevo tipo de construcciones le animan a presentarse y ganar el concurso de ideas convocado para la construcción de la torre de cara a la Exposicion Universal de París de 1889.

La Torre Eiffel no dejó indiferente a nadie en su momento, cosechando halagos y rechazo a partes iguales. El principal elemento de rechazo era la estructura de esqueleto que, por otro lado, era lo más elogiado en aquellos que aceptaron el proyecto. Lo curioso es que, sin pretenderlo, la torre se convirtió en principal foco de atracción de los visitantes de la exposición eclipsando todo lo demas. Y pese a que estaba pensada para ser desmontada, nadie puede negar que se ha convertido en todo un reclamo turístico de la ciudad de la luz, además de adelantarse al concepto de edificio estrella apreciado en los edificios que se han construido entre los últimos años del siglo XX y principios del XXI.

Referencia de las imágenes utilizadas en la presente entrada:

No hay comentarios:

Publicar un comentario