Obra pictórica realizada en temple sobre tabla. Perteneciente al Renacimiento italiano. Siglo XV. Se trata de la "Alegoría de la primavera" de Sandro Botticelli.
Con respecto al tema, el cuadro que puedes ver sobre estas líneas, está conectado con la mitología griega. La escena transcurre al aire libre, en un jardín vestido con frondosa vegetación, sobre el que aparecen diversos personajes.
A la izquierda de la composición encontramos al viento Céfiro que está raptando a la ninfa Cloris protectora de los jardines. Esta figura aparece vestida con un atuendo muy ligero. De su boca brotan flores y mira hacia atrás hacia la figura del viento. La unión de ambos personajes, Céfiro y Cloris, provoca que esta última se transforme en Flora.
Flora, a quien puedes ver en este detalle, es el siguiente personaje en aparecer en el bosque y es la encargada de sembrar los campos de flores como se pone de manifiesto en el vestido, collar y corona de flores que lleva en su cuerpo, cuello y cabeza.
La figura de Flora nos conduce a la zona central del cuadro donde aparece representada la diosa Venus sobre cuya cabeza revolotea un travieso Cupido a punto de lanzar una flecha de amor sobre un grupo de tres gráciles jóvenes, las tres gracias, que están ejecutando un danza. Este grupo de figuras nos conduce a la zona derecha de la composición donde aparece representado Mercurio que sostiene el caduceo instrumento con el que está espantando varias nubes que amenazan con romper la armonía del jardín.
Desde el punto de vista compositivo, la figura de Venus se sitúa en el centro de la composición lo que permite articular el resto de los personajes en torno a dos grupos ubicados a derecha e izquierda. Además, la diosa Venus es el referente que permite trazar las líneas compositivas que se proyectan desde el centro al exterior de la composición. Observamos además, la presencia de varios triángulos; uno en el centro que engloba a Venus y cuyo vértice es el propio Cupido. El triángulo que forman las tres gracias y Mercurio y cuyo vértice son las manos entrelazadas. Y el otro triángulo que enmarca a los personajes que aparecen colocados en el margen izquierdo de la composición.
También podemos hablar del ritmo compositivo que viene marcado por las curvas de los cuerpos y, en especial, por el tratamiento de los pliegues que configuran los vestidos de los personajes femeninos. En este último caso debemos indicar el tratamiento de los rostros, una belleza idealizada, casi fría que conecta con los postulados neoplatónicos.
Con respecto al contexto debe indicarse que la obra se enmarca dentro del periodo del Renacimiento italiano. Conecta con la corriente humanista al dar importancia como tema a un rito pagano, la celebración de la llegada de la primavera, y la conexión la mitología griega. Igualmente conecta con el concepto de renacer a lo clásico que defiende el Renacimiento y que se observa en el tratamiento de los pliegues de las indumentarias observadas en los personajes con una fuerte conexión con el tratamiento del plegado en las esculturas del periodo grecorromano.
También debemos añadir que Sandro Botticelli es un pintor formado en el seno de la familia Médici considerados los señores de Florencia y los principales mecenas del siglo XV. Además, la conexión con dicha familia vendría dada también por el hecho de que la figura de Mercurio podría ser un retrato de Juliano de Médici, hermano de Lorenzo de Médici "El Magnífico"; mientras que la diosa Venus pudiese ser un retrato idealizado de Simonetta Vespuci mujer de gran belleza y, al parecer, amante del propio Juliano.
Bibliografía:
V. V. A. A. (1994) Historia
Universal del Arte. Renacimiento (I). Planeta.
V. V. A. A.
(1994) Historia Universal del Arte.
Renacimiento (II) y Manierismo. Planeta.
DEIMLING, B. (2007) Botticelli. Taschen.
Fuente de las imágenes utilizadas en esta entrada: Wikipedia
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