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sábado, 9 de mayo de 2020

PAULINA BONAPARTE


En la imagen de arriba puedes ver el Retrato de Paulina Bonaparte como Venus vencedora. Obra de Antonio Cánova representante de la escultura neoclásica, realizada en el año 1805. Se trata de una escultura de bulto redondo o exenta. Realizada en mármol blanco de Carrara mediante la técnica sustractiva. Nos encontramos ante el retrato de una persona real, Paulina era la hermana menor de Napoleón Bonaparte, que aparece representada como si se tratase de una diosa del Olimpo, por tanto, podemos decir que se trata de un retrato alegórico. La pieza se conserva actualmente en la Galería Borghese de Roma.

Paulina aparece representada semidesnuda, con la parte superior de su cuerpo descubierto, y el bajo vientre cubierto por un suave tejido. Aparece recostada sobre el lado derecho en una chaise-longue, un mueble muy típico del siglo XVIII. En realidad la escultura aparece colocada sobre una chaise-longue de verdad, realizada en madera, policromada en blanco imitando así al mármol, y con ornamentación dorada.

En su vista frontal, la figura coloca la mano derecha sobre la nuca mientras que el brazo izquierdo aparece colocado de forma relajada sobre su cuerpo sosteniendo en su mano izquierda una manzana. La manzana es la recompensa que obtiene la diosa Venus por el mortal Paris durante el transcurso del "Juicio de París" que certifica a esta diosa como la más bella por encima de sus rivales, Atenea y Hera. Canova juega con este elemento simbólico al asociar la belleza de la diosa a la belleza real de la hermana del emperador.


Con respecto al tratamiento del cuerpo, el escultor busca una representación naturalista de la anatomía femenina con una composición triangular y equilibrada preocupándose del detalle en los velos y sus pliegues así como de la textura de las carnaciones.

Vista de espaldas, la figura de Paulina destaca por la presencia de una suave curva que recorre toda su espalda y que se subraya por la suave caída del tejido que suavemente se desliza por la parte inferior de su cuerpo. Esa curva marca cierto ritmo compositivo que, viendo a la figura de frente, también se observa en la colocación de las extremidades inferiores. La pierna derecha aparece extendida actuando como base y soporte de la pierna izquierda que aparece por encima y que se desplaza ligeramente hacia atrás. Por otra parte la curva que recorre el cuerpo de Paulina no es la única línea compositiva dominante, debe indicarse la horizontal del mueble en el que aparece recostada y la vertical que se observa en la figura vista de frente.

En cuanto a las influencias, resulta indudable que el periodo griego es una referencia importante en la imagen que estamos analizando. Canova es un gran estudioso de la escultura griega como pone de manifiesto la doble vertiente que manifiesta como escultor y conservador al ser un pionero a la hora de tomar decisiones sobre cómo conservar las obras de la Grecia antigua. En el caso de la obra que nos ocupa, las referencias griegas se observan en el suave modelado del cuerpo semidesnudo de Paulina, en el peinado que lleva la protagonista e incluso en el diseño del mueble sobre el que aparece recostada. Todo ello es fruto del interés que despierta en el periodo neoclásico esa vuelta al arte griego como paradigma con el que recuperar el orden que se había perdido durante el periodo Rococó.

Esa vuelta e interés por lo griego se observa también en el tipo de temas que se observan tanto en la pintura como en la escultura del Neoclasicismo reflejado en el hecho de que algunos de los retratos realizados durante esta época, los personajes reales aparecen idealizados, siendo representados como héroes o dioses de la antigüedad clásica.

Con respecto al contexto, la obra que estamos analizando se inscribe dentro del periodo neoclásico. El Neoclasicismo es un periodo artístico que surge a finales del siglo XVIII y supone una ruptura con lo establecido hasta el momento. El detonante de ese cambio es el estallido de la Revolución Francesa en el año 1789 que pone fin al sistema político, económico y social del Antiguo Régimen dando paso a la sociedad contemporánea. Tras el periodo convulso de la revolución, la nueva sociedad manifiesta otros gustos artísticos que demandan una vuelta al orden y equilibrio que se habían perdido con los excesos cometidos durante el Rococó.

En esta nueva senda se construyen nuevos edificios que se basan en los modelos de la arquitectura grecorromana; nace la arqueología motivada por el descubrimiento yacimientos como los de Herculano y Pompeya; y ese interés por lo clásico se aprecia también en el apartado pictórico y escultórico.

Dentro de la escultura el italiano Antonio Canova es una de las figuras más notables. Su periodo más brillante coincide con la llegada al poder de Napoleón Bonaparte, quien tras proclamarse emperador, instaura un orden sin precedentes no sólo en Francia sino también en el resto de Europa. Canova se convierte en una especie de escultor oficial del emperador, no en vano suyo es el retrato de Napoleón como Marte pacificador que supone un retrato alegórico al servicio del emperador. El retrato que Canova realiza de Paulina se encuentra en el mismo nivel. No sólo se resalta la belleza de la hermana pequeña del emperador, también se pone de manifiesto su poder social y político debido al matrimonio de Paulina con Camilo Borghese hombre de confianza de Napoleón.


Referencias de las imágenes utilizadas en la presente entrada:

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