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jueves, 28 de mayo de 2020

AYUNTAMIENTO DE LONDRES

La imagen que puedes ver a la izquierda pertenece a la nueva arquitectura o arquitectura de los arquitectos estrella que se desarrolla entre las últimas décadas del siglo XX y que continúa en los primeros años del siglo XXI.

Se trata de un edificio de carácter civil, es el Ayuntamiento de la ciudad de Londres construido por Norman Foster en el año 2002. Estamos hablando, por tanto, de una obra perteneciente al nuevo milenio.

Externamente el edificio adopta una forma ovalada que, al parecer, responde a los gustos y modas de la llamada "arquitectura sostenible". Con esta denominación se conoce a una nueva corriente que se ha extendido rápidamente en la arquitectura de los primeros compases del nuevo siglo y que se basa en el empleo de formas y materiales con los que contribuir a la sostenibilidad del planeta. No obstante, como suele suceder con gran parte de los edificios construidos desde las últimas décadas del siglo XX y hasta la época actual, la apariencia externa de muchos de ellos ha sido objeto de numerosos motes. En el caso que nos ocupa se le ha comparado con un casco de moto, con una cebolla, con el casco de Darth Vader e incluso, los menos educados, lo han comparado con los genitales masculinos aplastados.

En el interior, el conjunto se vertebra con la presencia de una gran escalera helicoidal. Esta escalera otorga de ritmo compositivo al conjunto a la vez que permite establecer cierta continuidad entre el aspecto que presenta el edificio tanto externamente como internamente.

En este sentido podemos decir que Foster recrea en su edificio la espiral fibonacci o espiral áurea que está presente en la naturaleza y que tantas veces ha sido utilizada por diferentes artistas a lo largo de la historia del arte.

La escalera permite no solo estructurar el edificio como ya hemos indicado, sino también comunicar cada uno de los espacios internos. Podemos decir que la disposición interna del Ayuntamiento de Londres nos recuerda al interior del Museo Guggenheim de Nueva York diseñado por Frank Lloyd Wright en la última etapa de su vida. En dicho edificio Wright utiliza también la espiral para canalizar y conectar cada uno de los espacios interiores del museo.

En cuanto a los materiales empleados se observa el empleo de cristal que es visible en todo el muro externo y acero. El vidrio es concebido como la epidermis del edificio pero también se concibe como un elemento con el que dotar de transparencia al conjunto.

En este sentido, podemos indicar que Norman Foster bebe de las fuentes de la nueva arquitectura del siglo XIX cuando se empezaron a utilizar materiales novedosos para construir unos edificios que, en la mayor parte de los casos, ofrecían una estructura de esqueleto. Pero no es el único referente que podemos incluir aquí, también en cierto modo, el edificio construido por Foster en el corazón de Londres puede conectar con los rascacielos construidos por Mies van de Rohe en su etapa americana, como el edificio Seagram, donde el vidrio jugaba un papel esencial como envoltorio y sostenedor de la estructura del edificio.

Con respecto al contexto, nos centramos en primer lugar en la figura de Norman Foster, arquitecto que ha sido saludado como uno de los representantes del fenómeno "arquitecto estrella" que comparte con otros coetáneos como Frank Gehry, Zaha Hadid o el español Santiago Calatrava. Todos ellos arquitectos especializados en la construcción de edificios con los que dotar de cierta modernidad a las ciudades de los últimos años del siglo XX.

En el caso de Norman Foster, comienza su andadura a finales de la década de los 60 y principios de los 70 de manera que vivió de cerca la puesta de largo de la llamada arquitectura posmoderna defendida por Venturi y que proclamaba el rechazo al racionalismo y funcionalismo que había imperado en la arquitectura internacional tras el final de la Segunda Guerra Mundial.

El estilo de Foster comenzó en principio interesado por la llamada arquitectura hightech tan de moda en los años 70 y 80, y donde se apostaba por la construcción de edificios donde lo industrial queda a la vista, ofreciendo un aspecto más de máquinas que de edificios. Con posterioridad su estilo se fue suavizando y en sus últimas obras ha apostado por las formas orgánicas y el empleo de materiales constructivos de alta tecnología que permitan refrigerar el edificio y hacerlo sostenible y habitable para las personas.

En cuanto a la obra que nos ocupa, el Ayuntamiento de Londres construido en el año 2002 forma parte del proceso de transformación a que se ve sometida la ciudad del Támesis con el comienzo del nuevo milenio. Una transformación del que también forman parte el edificio "Torre 30 St Mary Axe" obra del propio Foster, y el London eye la gigantesca noria que en muy poco tiempo se ha convertido en todo un símbolo de la Londres moderna.

Referencia de las imágenes utilizadas en la presente entrada:

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