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miércoles, 6 de mayo de 2020

VERMEER

El otro pintor holandés relevante del Barroco es Vermeer. A este pintor se le conoce por muchas cosas, entre otras, por ser un afamado paisajista.

En la imagen de la derecha puedes observar la obra "Vista de Delft"realizada entre los años 1660-1661.

-Desde el punto de vista temático se engloba dentro del paisaje. Se trata de una vista urbana, una de las muchas que a lo largo de su trayectoria realizó de su ciudad natal. En la obra puedes ver una panorámica de las casas y del canal, lo que convierte a este cuadro en una marina.

-Desde el punto de vista espacial, observa la amplitud que consigue con un reducido grupo de figuras, en el margen inferior izquierda de la composición, que aparecen empequeñecidas, para dar más importancia al paisaje que aparece al fondo. Clave es también para conseguir la referencia espacial, el uso de la luz que incide sobre los edificios, el efecto espejo que consigue al reflejarse los edificios en el agua y, sobre todo, el tratamiento de la nubes, más grises las que se encuentran más cerca a nosotros, más claras y luminosas las que aparecen más alejadas.

Pero Vermeer es ante todo un pintor intimista. Esto se pone de manifiesto en los diversos cuadros donde las protagonistas son criadas o señoras, donde la presencia del pintor no parece alterar el desempeño de sus funciones.

A la izquierda puedes ver "La lechera". La escena se enmarca dentro de la vertiente costumbrista al mostrarnos el día a día de unas de las criadas al servicio de Vermeer. Fíjate en los objetos que aparecen dispuestos sobre una mesa; son los útiles y alimentos que la mujer necesita para desempeñar su tarea, al tiempo que se convierten en herramientas clave de un improvisado bodegón.

El escenario es de lo más espartano, tan sólo la mesa en la que la mujer trabaja y un par de objetos que aparecen colocados al fondo. Lo más importante es la presencia de la luz que entra por la ventana que aparece a la izquierda de la composición. Una luz luminosa y fría, la típica luz holandesa presente en todos los cuadros del autor y que incide sobre la figura.

A la derecha puedes ver "Muchacha leyendo carta" pintado hacia 1653. Al igual que sucede con "La lechera" aquí la escena también transcurre en un interior. Fíjate sin embargo en la diferencia. El cortinaje verde que enmarca, como si de un escenario teatral se tratase, la escena en el margen derecho; la rica alfombra con la que se viste la mesa y que sirve de escenario a un improvisado bodegón; la silla que aparece junto a la mujer; el cortinaje que se apoya en la ventana abierta o el propio atuendo de la mujer, nos dan pistas de la diferencia de clase social que podemos apreciar entre esta mujer y la criada observada en el otro cuadro.

Fíjate también en cómo consigue Vermeer la sensación espacial. La línea vertical del cortinaje verde se superpone a la horizontal que marca la mesa. Mientras que la figura aparece colocada detrás de ella marcando distancia con el espectador.

Otro dato interesante es la luz que entra por la ventana incidiendo sobre la mujer, absorta en la lectura de la carta que sostiene en sus manos; una luz que también impacta en el cortinaje verde donde se aprecia el interés por el claroscuro. Además la hoja de la ventana abierta actúa como un espejo que nos permite apreciar el reflejo de la mujer.

Cuando se habla de Vermeer es fácil sucumbir al encanto de la "La joven de la perla", sin embargo, yo prefiero cerrar mi entrada con la referencia a dos cuadros que me parecen más interesantes.

El primero es el que puedes ver a la izquierda, "La lección de música" y que supone todo un alarde en cuanto a construcción espacial se refiere. Vermeer utiliza la cámara oscura para construir sus cuadros, artefacto que le permitía obtener una gran precisión espacial en los mismos.

Fíjate cómo consigue aquí la sensación de espacio gracias al juego del muro de la izquierda, y la mesa cubierta con alfombra a la derecha. A ello se une el juego del enlosado del suelo, formas geométricas en blanco y negro como el tablero de un ajedrez, que nos conducen directamente al fondo. Un fondo donde aparece el maestro y la alumna, el primero frente al espectador, la segunda de espaldas, pero donde el tratamiento de su escala permiten conseguir la sensación espacial. Un efecto que se subraya también con las vigas del techo y el contrabajo que aparece atravesado en el suelo justo delante de la muchacha que aparece frente al clavicordio.

El otro cuadro es el que puedes ver a la derecha, "El arte de la pintura". También un interior donde se juega con la combinación del suelo y las vigas del techo. Aunque si te fijas la proyección espacial no es tan pronunciada como el anterior. Es más sutil y esa sutilidad viene dada por el cortinaje que se descorre en el margen de la izquierda, como si se tratase de la señal que nos permite a nosotros los espectadores perturbar la intimidad del estudio del pintor.

El otro elemento clave de la referencia espacial es la luz. Una luz que entra por una ventana que prácticamente se oculta a nuestros ojos, pero que incide de lleno en la modelo que posa ante el pintor.

Por último, el pintor, un autorretrato del propio Vermeer que aparece sentado, de espaldas ante el espectador, y que se encuentra enfrascado en el desempeño de su arte que parece emerger en el caballete que tiene delante.

Por último os dejo unos breves vídeos de este autor:












Bibliografía:

V. V. A. A. (1994) Historia Universal del Arte. Barroco y Rococó. Planeta.
SCHNEIDER, N. (2006) Vermeer la obra completa. Pintura. Taschen.


Referencia de las imágenes utilizadas en esta entrada:

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