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miércoles, 1 de abril de 2020

EDUARDO CHILLIDA II



Sobre estas líneas puedes ver la obra "Peine del viento XV" un conjunto escultórico exento realizada por Eduardo Chillida en 1976 que se puede ver en la Bahía de la Concha en San Sebastián. Se trata de un conjunto conformado por tres piezas de acero cortén, de unas 10 toneladas de peso, asentadas sobre piedras calcáreas con dos puntos de anclaje; y todo ello dispuesto sobre una plataforma diseñada por el arquitecto Luis Peña Ganchegui.

Como puedes ver en la imagen, nos encontramos ante un conjunto escultórico compuesto por tres piezas que conforman un triángulo.

En la imagen que aparece arriba, vamos a centrarnos en la forma que aparece a la derecha y que, siguiendo la imagen general con la que hemos empezado esta entrada, es la que se encuentra más cercana al espectador. Esta pieza está formada por dos brazos curvos que se unen en la zona central y que recuerdan por su aspecto a una tenaza. Esta pieza mira a la tierra, al tiempo que está en línea con la tercera de las piezas, la que en la imagen aparece al fondo, y que en la composición general se encuentra más alejada del punto de vista del espectador.

En la imagen que aparece arriba a la derecha, puedes ver la segunda de las piezas del conjunto, que en la imagen general aparece colocada a la izquierda del punto de vista del espectador. Esta pieza está recorrida por formas curvas, en concreto tres, adoptando una forma de tridente. Adopta una posición horizontal, mira al mar y parece dispuesta a intentar atrapar las olas del mar que rompan en ella.


Sobre estas líneas puedes ver la tercera de las formas que integran el conjunto escultórico y que es la que aparece más alejada del espectador. También está compuesta por formas curvas, si bien y a diferencia de las otras dos, esta no aparece en posición horizontal, sino vertical mirando al cielo como si quisiera atrapar al viento.

El conjunto diseñado por Chillida conecta con el Minimalismo por la austeridad de sus formas, con el Land Art tendencia que aparece a mediados de la década de los setenta y que se basa en realizar intervenciones en la naturaleza. También aquí Chillida interviene en un espacio natural. Sus formas establecen un diálogo con el aire, la tierra y el agua, siendo estos elementos los encargados de enriquecer la pieza. Las formas observadas en cada una de las piezas, además, recuerdan a una mano con la que intentar acariciar algo tan difícil de atrapar como el aire y el agua.

La obra que hemos analizado se encuadra en el contexto histórico de la década de los setenta del siglo XX. Más concretamente, coincide con el periodo de transición que en nuestro país nos permitió pasar del periodo franquista a una nueva fase. Es una época de importantes transformaciones políticas, sociales y económicas en nuestro país, que se originan en medio de un periodo convulso para la esfera internacional. 

Eduardo Chillida es uno de los destacados representantes de la llamada escultura abstracta española. Una corriente donde coincide con otros autores de la época como Oteiza, entre otros. Chillida combina los movimientos contemporáneos de la segunda mitad del siglo XX como abstracción, minimal o Land Art, con la búsqueda de la tradición y sus propias raíces. Todo ello se observa en una producción escultórica donde, pese a la apariencia abstracta de sus esculturas, se manifiesta una notable conexión con el ser humano y el entorno que le rodea.

A continuación os dejo un enlace del Museo Chillida:


A continuación os dejo un vídeo sobre la obra comentada:


Bibliografía:

V. V. A. A. (2009) Arte desde 1900. Akal. Madrid.
GOMPERTZ, W. (2013) ¿Qué estás mirando? 150 años de arte moderno en un abrir y cerrar de ojos. Taurus. Madrid.
GUASH, A. Mª., (2000) El arte último del siglo XX. DEl posminimalismo a lo multicultural. Alianza Forma. Madrid.


Referencia de las imágenes utilizadas en la presente entrada:



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