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miércoles, 18 de marzo de 2020

FRANCIS BACON I

Francis Bacon es considerado uno de los representantes de la nueva figuración que se pone en marcha tras la Segunda Guerra Mundial en dura competencia con la corriente abstracta representada por Pollock y Rothko.







Vamos a centrarnos en una de las obras emblemáticas de este autor "Tres estudios de figuras en la base de una crucifixión" un óleo sobre lienzo que Francis Bacon pinta en 1944 y que actualmente se conserva en la Tate Gallery de Londres. 
Desde el punto de vista formal, Bacon coloca a tres figuras sobre un espacio reducido y neutro. Resulta complicado catalogar el tema; el título de la obra hacer referencia a la Crucifixión pero en todo caso no parece que haga referencia expresa al tema religioso, sino más bien, se trate del reflejo de los demonios personales del propio pintor fruto de haber recibido una estricta educación católica que choca frontalmente con las inclinaciones sexuales del autor. Unas inclinaciones que no resultaban nada fácil de mostrar abiertamente y con libertad en ese periodo. Un periodo que viene marcado además por lo vivido en la Segunda Guerra Mundial cuyas secuelas se dejarán sentir durante los primeros años de posguerra.










Volviendo a las figuras, nos interesa su aspecto de seres metamorfos, híbridos, que nos permite conectar esta obra con El Bosco con quien Bacon comparte el interés por crear seres grotescos, monstruosos; tradición por otra parte que no está presente sólo en El Bosco sino también en culturas de la antigüedad como Egipto o Grecia, sin olvidarnos de las obras realizadas durante el periodo medieval.
En todo caso, los personajes de Bacon no tienen rostro humano, si bien podemos apreciar la presencia de una boca abierta en dos de ellos que en el caso de la figura central aparece cubierta por vendas.
Con respecto a la sensación espacial es difícil encontrarla a simple vista, sin embargo, debe indicarse la presencia de unas líneas marcadas en el fondo y la presencia de diagonales que cruzan el reducido espacio en el que se encuentran las figuras, líneas que se proyectan hacia el espectador. Las diagonales y el rojo intenso del fondo refuerzan además el carácter dramático de la escena.

En cuanto al contexto, indicar que Bacon pintó este tríptico a mediados de la década de los 40, un año antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial, de manera que la escenografía y el tratamiento de los personajes puede extrapolarse a los acontecimientos vividos durante dicho periodo.
Desde el punto de vista artístico, Francis Bacon pertenece a una nueva generación de artistas que comienza a darse a conocer tras la contienda en los comienzos de la llamada Guerra Fría. Entre sus precedentes, el pintor irlandés se nutre del arte del pasado, tanto de la pintura alemana de la Edad Media, como de la obra de autores como El Bosco. Como precedentes más cercanos le interesan la obra de los expresionistas alemanes de principios del siglo XX, en especial, los representantes del grupo Die Brucke o El Puente. De todos ellos, se empapa Bacon para concebir unos cuadros con un marcado sello personal, un estilo que no dejan indiferente a nadie.

Bibliografía:

V. V. A. A. (2009) Arte desde 1900. Akal. Madrid.
GOMPERTZ, W. (2013) ¿Qué estás mirando? 150 años de arte moderno en un abrir y cerrar de ojos. Taurus. Madrid.
GUASH, A. Mª., (2000) El arte último del siglo XX. DEl posminimalismo a lo multicultural. Alianza Forma. Madrid.

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