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jueves, 19 de marzo de 2020

PINTURA DEL RENACIMIENTO ITALIANO: LEONARDO DA VINCI I

A la izquierda puedes ver el cuadro "Bautismo de Cristo" obra realizada por Verrochio en la década de los 70 del siglo XV. Verrochio era escultor, orfebre y pintor de la segunda mitad del siglo XV. Entre los discípulos que se formaron en su taller se encuentra el gran Leonardo da Vinci.

Al parecer, el aventajado discípulo colabora con su maestro en esta obra. Según parece se encargó de realizar los ángeles que aparecen representados en el margen inferior de la izquierda. Si bien algunos historiadores coinciden al afirmar que, en realidad, el cuadro fue realizado a cuatro manos, es decir, entre Verrochio  y Da Vinci. De hecho algunos investigadores apuntan a que tanto el paisaje como la paloma del Espíritu Santo también llevan la huella del propio Leonardo.



Centrándonos en la obra de Leonardo da Vinci vamos a analizar las claves algunas de sus obras más significativas.


Arriba puedes ver "La Anunciación" óleo sobre tabla que Da Vinci pinta entre los años 1472-1475 y que actualmente se encuentra en la Galería de los  Ufizzi de Florencia. Con respecto al tema nos encontramos ante una obra de temática religiosa, representando el momento en el que el Arcángel San Gabriel se presenta ante la Virgen que ha sido sorprendida leyendo. Ambos personajes aparecen enfrentados pero aquí lo más importante lo encontramos en la construcción espacial donde Leonardo ha incluido por primera vez el "sfumato" observado en esa neblina que se percibe en el horizonte. Además debe indicarse el detalle con que han sido representados cada uno de los motivos vegetales que aparecen en la escena, fruto del intenso estudio y observación que el pintor realizaba de la naturaleza; y otro tanto puede decirse de la textura de las alas del ángel, sin olvidarnos del ademán delicado en la figura de la Virgen.


Entre los años 1495-1498 Leonardo da Vinci se encuentra en el Convento de Santa Maria delle Grazie en Milán para cuyo refectorio realiza este espectacular fresco, "La Última cena". El lugar destinado a comedor en el mencionado convento parecía el lugar más propicio en el que poder realizar esta obra que no es un fresco tradicional pues Leonardo utilizó en su ejecucción óleo y temple que extendió sobre el enlucido del muro. La pintura constituye uno de los pocos ejemplos de pintura mural de Da Vinci; de hecho resulta casi un milagro que la pintura haya llegado hasta nuestros días habida cuenta de la inclinación de su autor por los experimentos artísticos y de la rapidez con que fue ejecutada una obra de este calibre.

La obra representa el momento en que Jesús está celebrando la última cena con sus apóstoles y se dispone a anunciar el nombre de aquel que le va a traicionar. Por este motivo, la figura de Jesús aparece en el centro de la composición mientras que, a su derecha e izquierda, aparecen cada uno de los apóstoles cada uno de ellos sorprendido en un gesto. Apóstoles que, además, aparece agrupados en pequeños grupos al tiempo que parecen dirigir su mirada a la figura principal.
Si bien lo más interesante de la obra reside, nuevamente, no en el tema sino en la construcción espacial concebida con forma de caja. Es un interior donde llama la atención la línea horizontal que aparece marcada por la mesa detrás de la cual se encuentran los personajes como si de un escenario teatral se tratase. Por otra parte, las líneas marcadas con el casetonado del techo y las verticales de las paredes refuerzan la sensación de profundidad que nos conducen al punto de fuga colocado en la triple ventana que se ve al fondo y que nos permite ver un paisaje.

Bibliografía:
V. V. A. A.  (1994) Historia Universal del Arte. Renacimiento (I). Planeta.
V. V. A. A. (1994) Historia Universal del Arte. Renacimiento (II) y Manierismo. Planeta.
FIELD, D. M. (2007) Leonardo da Vinci. Lesma ediciones.

Fuente de las imágenes utilizadas en esta entrada: Wikipedia.








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